Por: Erika Armenta Cruz – Jefe de Coordinación de Cultura de la Contribución
Subdirección de Servicio al Ciudadano en Asuntos Tributarios
En la DIAN contamos con la política de cultura de la contribución como un pilar importante para promover un modelo de cumplimiento tributario voluntario tanto en futuros y como en actuales contribuyentes, promoviendo la cultura de la contribución como el conjunto de valores, creencias, saberes y comportamientos resultantes de la interacción entre la contribución de la sociedad y el servicio ofrecido por el Estado, que tiene como propósito construir y desarrollar la sociedad, esperando que su disposición social se materialice en conductas favorables hacia el cumplimiento voluntario, permanente y oportuno de las obligaciones fiscales, en concordancia con el buen uso y vigilancia de los bienes, servicios y recursos públicos destinados para su bienestar.
Dicha disposición tiene como fundamento la confianza, la solidaridad y la responsabilidad de los ciudadanos, así como la legalidad, la ética, el respeto, la transparencia y el cumplimiento de los deberes constitucionales y legales
Esta política tiene como objetivo “Posicionar el cumplimiento voluntario de las obligaciones TAC como comportamiento solidario y responsable de la ciudadanía, en pro de la construcción de una sociedad equitativa e incluyente; la Entidad promoverá hacia su interior y exterior, estrategias, técnicas y actividades educativas, comunicativas, y de investigación, que garanticen el desarrollo continuo de acciones enfocadas al cambio cultural con incidencia en la comprensión y apropiación de la contribución en la sociedad, vislumbrándose como una política de Estado que fomente una ciudadanía solidaria, participativa y consciente de sus derechos y obligaciones, fortaleciendo los lazos de confianza entre el estado y los ciudadanos». (Código de Buen Gobierno y Ética de la DIAN)
Es por ello que la DIAN a través de la Coordinación de Cultura de la Contribución ha venido implementando programas e iniciativas de educación fiscal para responder a este objetivo.
El punto de partida para educar sobre cultura de la contribución inició con la expedición de la Ley 223 de 1995 en su artículo 157 señalando: “La Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN) desarrollará una tarea pedagógica dirigida a escuelas y colegios para crear en el país una cultura tributaria a fin de educar al ciudadano en el deber constitucional de contribuir a las cargas públicas.»
Desde la DIAN y con el apoyo de las universidades hemos logrado alianzas importantes con los convenios NAF, pues han sido un relacionamiento que ha promovido la cultura de la contribución en los diferentes grupos de interés dentro de la comunidad académica y a su vez con la misma ciudadanía como iniciativa de responsabilidad social, aportando en una formación no solo académica en los temas tributarios, aduaneros y cambiarios; sino también en un gran componente ético en la formación profesional promoviendo cultura de la contribución en la comprensión y apropiación de valores frente al sentido social de los impuestos como instrumentos de solidaridad y de participación ciudadana para la construcción de lo público y de bienestar colectivo.
Desde el año 2016, los Núcleos de Apoyo Contable y Fiscal (NAF), se han constituido en una gran alianza con la DIAN como iniciativa de responsabilidad social para promover la cultura de la contribución y la ética fiscal en futuros profesionales de carreras de contaduría pública, administración, economía, derecho, comercio internacional, entre otras.
Con la implementación de iniciativas como esta, se tendrá el potencial de generar resultados de impacto recaudatorio y de cultura ciudadana a mediano y largo plazo en la mejora de los niveles de cumplimiento fiscal para lograr objetivos de desarrollo sostenible en nuestro país.
Esperamos que esta iniciativa del boletín Somos NAF, sea un medio para que juntos trabajemos en la promoción y construcción de contenidos que promuevan y exalten las buenas prácticas que a través de los NAF hemos venido aportando a la sociedad para promover cultura de la contribución y cumplimiento tributario voluntario, fortaleciendo lazos de confianza y mejorando niveles de moral tributaria con ejercicios de acción colectiva para la sostenibilidad fiscal y la inversión social.